Malware

Por: actuarialtmg.com

El malware, o software malicioso, se refiere a cualquier programa o código diseñado con intenciones maliciosas para dañar, robar información o comprometer la seguridad de sistemas informáticos. El malware es un término que proviene de la combinación de “malicioso” y “software”.

Algunos tipos comunes de malware:

  • Virus: Programas que se replican y se adhieren a otros archivos, propagándose a través de medios como unidades USB o descargas. Los virus pueden dañar archivos y afectar el rendimiento del sistema.
  • Ransomware: Bloquea el acceso a tus archivos o sistema hasta que se realice un pago. El ransomware suele operar cifrando tus datos, impidiendo que puedas acceder a ellos.
  • Gusano: Se propagan automáticamente a través de redes y sistemas sin necesidad de intervención humana. Pueden afectar la velocidad de la red y la estabilidad del sistema.
  • Scareware: Engaña a los usuarios haciéndoles creer que han detectado un virus u otro problema en su dispositivo. Luego, dirige al usuario a descargar o comprar algún software malicioso para resolver el supuesto problema.
  • Troyanos: Parecen programas legítimos pero ocultan intenciones maliciosas. Pueden robar datos o abrir puertas traseras para otros ataques.
  • Spyware: Monitorea tu actividad sin tu conocimiento, robando información confidencial como contraseñas o datos financieros.
  • Puerta Tracera: Diseñado por hackers para introducirse de manera ilegal en una computadora y actuar libremente en ella. Su objetivo es infectar el sistema y realizar delitos informáticos, ocultando su verdadera procedencia.
  • Adware: Muestra anuncios no deseados y puede redirigir tus búsquedas. Algunos son legítimos, pero otros son maliciosos.
  • Rootkits: Ocultan su presencia en el sistema, permitiendo a los atacantes acceder y controlar tu dispositivo sin ser detectados.

Los delincuentes cibernéticos utilizan el malware con diversos objetivos. Algunos de ellos son:

  • Extorsión financiera: Algunos tipos de malware, como el ransomware, cifran los datos y exigen un rescate para desbloquearlos.
  • Robo de información: El malware puede robar datos confidenciales, como contraseñas, números de tarjetas de crédito o propiedad intelectual.
  • Acceso no autorizado: Los ciberdelincuentes pueden utilizar malware para acceder a sistemas o redes sin permiso, comprometiendo la seguridad y la privacidad.
  • Sabotaje: Algunos crean malware para dañar sistemas críticos de empresas o agencias gubernamentales.

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